El copywriting es una conversación directa con el consumidor – Shirley Polykoff.
¿Cuántas veces has entrado en una página web y, después de un buen rato trasteando en ella, te has quedado igual que estabas?
¿Cuántas veces te has ido por donde has venido, porque no encontrabas lo que estabas buscando?
O mejor: ¿cuántas veces has pensado: «esto es más de lo mismo de siempre»?
Seguro que muchas.
Tus posibles clientes pueden estar pensando lo mismo de ti.
Hay algo que puedes hacer para que tu web exprese lo que vale tu trabajo, deje claro a tus potenciales clientes qué pueden conseguir contigo y les ayude a elegirte a ti.
Ese algo se llama copywriting.
Qué es el copywriting: 3 ejemplos fáciles
Empecemos por lo primero: ¿copy qué?
Si todavía te cuesta entender el término o leer la palabreja, tranqui. No eres la única persona a quien le pasa.
Sin embargo, la explicación de qué es el copywriting, o redacción publicitaria, se podría traducir en 6 palabras:
Dar razones poderosas para hacer algo, como sacar la cartera, apuntarte a un taller o sumarte a un cambio.
En el diccionario, esta definición corresponde a la palabra «persuadir».
De ahí que el copywriting también se defina como «escritura persuasiva»: porque, bien elegidas, las palabras persuaden.
Como sé que la teoría está bien, pero que los ejemplos están mejor, vamos a ver qué es el copywriting con 3 ejemplos para que lo pilles sin problema.
También puedes ver al copy en acción en mi newsletter, La Cafetería.
Ejemplo #1: El viaje a Ibiza con mi madre
Hace unos años, planeé un viaje a Ibiza.
Quería conectar con la naturaleza y el Mediterráneo. Tenía a una buena amiga viviendo allí, e iba a participar en un taller grupal de terapias.
Mi madre me preguntó:
—¿Y de qué va ese taller?
A lo que yo respondí:
—De crecimiento personal, mamá. Trabajas algún tema de tu vida personal que te gustaría mejorar. ¿Te quieres venir?
—No, no. Solo era por curiosidad.
—¿De verdad que no te quieres venir? La isla es preciosa, te va a gustar.
—De verdad que no.
Sabía que a ella le gustaría venir. Pero algo le frenaba.
Le faltaban motivos para decidirse.
Acudí a algo que no falla cuando eres hija o hijo.
—Mamá, ¿no te apetece hacer un viaje conmigo? Las dos juntas, 4 días, conociendo la isla… Vámonos, y nos despejamos las dos. ¿Qué me dices?
Se acabó el dilema.
Le di las razones que a ella le importaban de verdad.
Nos fuimos a Ibiza las dos durante 5 días, se apuntó al taller grupal de terapias y la escapada juntas nos sentó de fábula.
Hoy habla de Ibiza como un paraíso y ya me ha preguntado que si el año que viene repetimos.
Esto es un ejemplo de copywriting casero hablado, cotidiano y que te resultará familiar si tienes hijos.
Los niños usan muy bien el copywriting.
Saben exactamente qué razones dar a sus padres para conseguir lo que quieren.
Y me puedes decir:
«Sí, María, vale. Esto que cuentas aquí es una relación entre padres e hijos, pero, ¿qué tiene esto que ver con mi negocio?»
En tu negocio pasa igual.
La única diferencia es que tú persuades a tus clientes potenciales con razones poderosas (como los niños), y tus clientes potenciales deciden si actúan o no (como los padres).

Sigamos con los ejemplos.
Ejemplo #2: Las pulseras artesanas de macramé
Este ejemplo de copywriting es escrito y se aplica a un negocio artesanal.
Ubiquémonos.
Estoy en Aínsa, pueblo del Pirineo aragonés.
Unas mujeres artesanas hilan y diseñan pulseras, gargantillas y zarcillos de macramé en unos puestos en la calle.
A mí me encantan estas cosas, porque sé hacerlas y he conocido a personas muy interesantes que vivían viajando por el mundo gracias al arte de sus manos.
Así que me acerco, a ver qué tienen.
Después de un rato investigando todos y cada uno de los puestos, uno me llama la atención. Y quiero comprar no una, sino varias pulseras.
¿La razón?
Esta:

Era justo lo que necesitaba en ese momento: un texto que me ayudase a decidirme a comprar.
Si te fijas, el mensaje da razones de peso para sacar la cartera y llevarte contigo lo que vende el puesto.
¿Quién como tú no quiere llevarse un pedazo del corazón de otra persona?
Claro, directo y emocional.
«Hazlo ahora.»
Eso es un buen copywriting.
Si quieres más, apúntate a mi cafetería y recibe 14 consejos de copy durante 14 días.
Pero espera.
Me la juego a que sé lo que estás pensando.
«¿Un cartel bonito va a conseguir que yo venda más? No es tan fácil, María. Además, estas chicas vendían joyas artesanales de pueblo en pueblo, así que son más novedosas. Y eso le gusta a la gente.»
De acuerdo.
Veamos otra dosis de copywriting con otro ejemplo, para que veas que una cosa no está reñida con la otra.
Ejemplo #3: La lavandería de debajo de mi casa
En mi barrio hay una lavandería autoservicio, con lavadoras de varias capacidades para todo tipo de ropa.
Esto es lo que pone en su escaparate desde que abrió (y lleva ya no sé cuántos años abierta):

Por si acaso no se lee bien, transcribo:
«ABIERTO SÁBADOS, DOMINGOS Y FESTIVOS.
HAZ LA COLADA DE TODA LA SEMANA EN 1 HORA»
El primer mensaje advierte que el establecimiento es especialmente útil para quien no tiene tiempo para nada entre semana, librando los sábados, domingos y festivos.:
«No tienes que preocuparte de que estemos cerrados cuando tú tienes tiempo para lavar, porque abrimos todos los días.»
El segundo mensaje se corona con una propuesta de valor memorable:
«Haz la colada de TODA la semana en 1 hora.»
O lo que es lo mismo:
«No pierdas el tiempo lavando, tendiendo y recogiendo la ropa. Ven aquí, resuelve el tema en 1 hora, y sigue viviendo tu vida.»
Me dan ganas de probarla hasta a mí, que tengo lavadora en casa y puedo ponerla cuando quiera.
Esto es escritura persuasiva, redacción publicitaria, o «copywriting» en español.
Y, como ves, la lavandería no es una empresa enorme que se gasta un dineral en campañas de publicidad.
Es una tienda de barrio que sabe venderse y decirle a su cliente ideal lo que necesita escuchar.
El copywriting logra que una persona pase a la acción que tú le propones, sin manipular y a través de valores, marca y afinidad.
Suena bien, ¿no?
Resumiendo
¿Qué aporta el copywriting en cada uno de los ejemplos?
- Yo convencí a mi madre para viajar a Ibiza conmigo.
- Las artistas nómadas lograron que yo comprara una pulsera de macramé hecha a mano.
- La lavandería se llena de clientes recurrentes que usan 1 hora de su semana para toda su colada.
A estas alturas, creo que te he dado razones para entender a qué nos dedicamos los copywriters o redactores publicitarios.
Pero, si aún no lo has entendido, quédate hasta el final del artículo, que tengo una bola extra para ti.
Y si has llegado hasta aquí, probablemente te estés haciendo la pregunta del millón.
¿Cómo podrías aplicarlo a tu propio negocio?
Vamos a verlo.
¿Cómo aplicar copywriting a tu proyecto sin dejarte la vida por el camino?
Te he explicado que el copywriting es redacción publicitaria o escritura persuasiva para que, si lo ves por ahí, lo identifiques sin problema.
Pero quiero que entiendas lo siguiente.
La fuerza de un buen copywriting reside en las razones o motivos que presentas a tu audiencia para pasar a la acción.
Los motivos dados en los ejemplos anteriores eran varios.
- En el caso de la lavandería, la colada es una carga de trabajo y una aburrida pérdida de tiempo. Hay cosas más interesantes y divertidas que hacer en la vida. Su propuesta: hazlo en 1 hora, quítate ese peso de encima, y a vivir.
- En el caso de las artistas nómadas, el trabajo hecho a mano es irrepetible y lleva implícitos amor y esfuerzo. Su propuesta: acompaña tu vida con el corazón de una persona como tú.
- Y en el caso del viaje a Ibiza, a mi madre le encanta pasar tiempo conmigo. Ya ves que no aceptó mi oferta de venirse a Ibiza hasta que le dije exactamente eso.
Tú puedes aplicar copywriting a tu negocio de la misma manera.
Conoce las razones adecuadas y lograrás que más potenciales clientes pasen a formar parte de tu comunidad de clientes reales.
Necesitas dos cosas.
La primera es conocerte bien a ti y a tu negocio.
La segunda es conocer igual de bien a tu comunidad y tu audiencia.
Pero vayamos por partes.
Paso #1 de copywriting: definir tu marca, conocer quién eres y componer tu oferta
La primera cosa que hago cuando empiezo a trabajar con un cliente es preguntarle acerca de sí mismo.
Haz lo mismo con tu negocio y conócete a ti mismo:
- ¿Qué haces? ¿Por qué lo haces?
- ¿A quién te diriges? ¿Cómo defines a tu buyer persona?
- ¿Por qué debería elegirte a ti, y no a tu competencia?
Esto te ayudará a definir tu marca.
Ejemplos:
- ¿Creas mermeladas caseras con un 88% de fruta?
- ¿Elaboras delicias locales con lo mejor de la tierra?
- ¿Extraes en frío el jugo de la aceituna para que el aroma del campo llegue virgen a la mesa?
- Quizá cuentas la historia de tu familia con las botellas de cada vendimia.
Todo eso depende de ti.
Saber quién eres, cómo eres y qué ofreces al mercado es lo primero que debes tener claro antes de escribir nada.
Imagina un puesto de frutas y verduras ecológicas cuyo dueño no sabe explicarte por qué elegir su producto ni en qué se diferencia de los demás.
¿Te transmitiría confianza?
¿Le comprarías sin pensarlo?
Apuesto a que no.
Ahora, imagina un huerto ecológico que vende sus productos campestres en su tienda online.
En su web se declara una familia sencilla que apuesta por el planeta, pero también por una alimentación saludable, natural y libre de fertilizantes artificiales.
Escriben en su blog recetas y formas de mejorar tu estilo de vida, te ofrece lo mejor de su tierra para que lo disfrutes en tu mesa en 24-48 horas con garantía de devolución y suenan naturales, no desesperados por venderte.
¿Cuál te daría más motivos para elegirla: la segunda opción o la primera?
A mí, la segunda, porque sabe lo que vende, por qué lo vende y a quién lo vende.
Y eso facilita que yo tome la decisión de confiar en ellos.
¿Te pasa lo mismo?
Paso #2 de copywriting: escuchar a tu comunidad de clientes reales y potenciales
Si quieres conocer las razones o motivos que les importan a tus futuros clientes antes de apostar por ti, averigua:
- ¿Qué les importa?
- ¿Qué les gusta?
- ¿Qué pueden conseguir contigo para mejorar su vida?
La mejor manera de empezar es preguntarles a tus clientes actuales.
Además de mejorar tu propuesta de valor (ya sea gastronómica, agroalimentaria o de cualquier otra temática), obtendrás un buen montón de prueba social, un potente disparador mental del que te hablaré en otra ocasión.
Y, por si fuera poco, conseguirás que tus clientes se sientan mejor valorados.
Adquiere el hábito de preguntar a tus clientes qué les ha parecido tu producto, tu plato o tu experiencia gourmet. Conseguirás razones para persuadir a nuevos potenciales clientes de decidirse y confiar en ti.
De eso trataba el copywriting, ¿o no?
Paso #3: ¡Manos a la obra!
Ahora, coge papel y bolígrafo. ¡Te toca trabajar!

- Empieza a definir tu marca respondiendo a las preguntas:
— ¿Qué haces?
— ¿Por qué lo haces?
— ¿A quién te diriges con tus productos o servicios?
— ¿Por qué deberían elegirte a ti? - Para conocer a tu auténtica comunidad de clientes, crea encuestas post-venta y pídeles que te cuenten acerca de la experiencia que han tenido contigo:
— ¿Qué es lo que más les ha gustado?
— ¿Y lo que menos?
— ¿Repetirían?
— Si es que sí, ¿a quién lo recomendarían?
El copywriting comienza por la investigación de tu propia marca. continúa con la investigación de tu audiencia y tu buyer persona, y se extiende hacia encontrar el mensaje perfecto que os conecte a los dos.
Cuándo necesitas textos de venta o copywriting en tu web
Esta pregunta es fácil de responder.
Necesitas copywriting si sientes que:
- No te diferencias en tu mercado.
- No tienes una marca definida.
- No le sacas partido a tu tienda online.
- Tus potenciales clientes no perciben el valor de lo que vendes.
- Podrías vender más, pero no sabes cómo.
¿Cuál es tu principal problema para convertir tu web en un activo rentable?
Conclusión
Para terminar con este artículo, que me ha quedado un poco más largo de lo que yo había pensado (cuando me enrollo, no hay quien me pare, ¡jajaja!), te resumo qué es el copywriting de forma sencilla, concisa y directa:
El copywriting es PERSUASIÓN HECHA PALABRA.
Equivale a dar a alguien RAZONES PODEROSAS PARA ACTUAR.
E implica AYUDAR A TU POTENCIAL CLIENTE A TOMAR UNA DECISIÓN en base a un objetivo.
¿Por qué has leído por ahí que el copywriting es escribir para vender?
Porque puedes enfocarlo hacia el objetivo que quieras.
Puedes dirigirlo a vender, a descargar un recurso, a apuntarse a una newsletter o a dejar un comentario.
Sea cual sea la acción que quieras conseguir, puedes trabajarla con copywriting.
Si lo combinas con marketing de contenidos, tu estrategia se basará en un marketing natural, amigable y nada intrusivo, que te facilitará mucho captar atraer nuevos clientes que decidan confiar en ti.
Interesante, ¿verdad?
La bola extra, por si a estas alturas todavía no te ha quedado claro en qué consiste el bendito copywriting (o redacción publicitaria en español) son dos ejemplos comparativos.
También te servirán para practicar si ya lo tienes claro.
¡Extra, extra!
Veamos si has entendido de verdad qué es el copywriting.
Te dejo dos opciones.
Una tiene copy. La otra, no.
¿Qué opción elegirías tú? ¿Por qué?
- OPCIÓN 1

- OPCIÓN 2

En la cafetería hablamos de copy, de ventas y de autenticidad en estado puro:
Buen día, claro que la segunda opción xq esta escrito lo que busco
Exacto, Ricardo. Es decir de forma clara lo que le interesa a tu cliente. 🙂
Excelente TODO tu blog, María!!
Más claro que el agua, imposible!!
En verdad que no miento (ya que vengo viendo materiales de copy hace tiempo), y no he visto mejor manera de enseñar que con tus métodos: sin rollos, nada de complicaciones y bien simple de entender para cualquier serhumano vivo en este planeta!
Me queda por decir ¡¡Mil gracias!! Y te sigo en IG y YT para aprender mas de lo bueno. ¡¡Saludos desde Argentina!! 😀
Jajaja, qué alegría que mi trabajo no te deje indiferente, Enzo.
Siempre he pensado que la sencillez facilita el avance, y que la naturalidad no solo triunfa… también te diferencia como marca. Así que fuera palabros raros y lenguaje para expertos, que aquí hablamos para entendernos, no al revés.
Agradezco tu comentario y tu energía. Ya impulsan el artículo de este mes, que está calentito en el horno y sale en nada… ¡así que al loro!