Auditar significa verificar, comprobar, o, como a mí me gusta decir: radiografiar una situación concreta.
Para que te hagas una idea, en las empresas se realizan auditorías contables para examinar que las cuentas anuales sean «limpias».
O lo que es lo mismo:
analizarlas por dentro para asegurarse de que los números cuadran sin irregularidades…
y, en su caso, obtener información de lo que NO funciona con el fin de mejorarlo.
Este concepto se aplica muy bien a los textos de venta.
Pasarle la lupa a tus textos o tomarle el pulso a tu copy puede ayudarte a:
- Aclarar qué quieres de ellos en realidad.
- Analizar qué sucede con los que tienes ahora mismo.
- Resolver qué harás con la información obtenida para conseguir tus metas.
Contar con esta información equivale a DECIDIR con cabeza.

Y, como consecuencia, a optimizar tus textos con FOCO y estrategia, en lugar de sentir todo el rato:
que lo mismo tienes que cambiar ese párrafo,
darle una vuelta al sobre mí,
actualizar la página de servicios…
o que ya no sabes adónde diantres enviar el primer botón de la home.
Esto es foco, paz mental, claridad… como lo quieras llamar.
6 consejos claros para auditar tus textos antes de sembrar cambios
Antes de nada.
Cuando me encargan una auditoría, trabajo una base previa profunda con mi cliente, para obtener información concreta del negocio con la que partir y pulir a saco lo que quiere conseguir.
Sin embargo, si tú quieres empezar con tus propios textos con los consejos que te voy a dar, la información necesaria YA la tienes, porque está en ti.
(O debería, porque, en este caso, tú eres tu propio cliente. 😏).
Dicho esto, al lío.
Consejo #1: pregúntate si cumples un objetivo
Tu web es tu voz, tu casa y el lugar donde marcas tu filosofía, normas y valores.
Es importante saber cuál es tu objetivo, o qué quieres conseguir con ella, antes de plantear cualquier estrategia de marketing de contenidos.
Si no sabes cuál es tu objetivo, detente aquí y párate a averiguarlo.
¿Qué quieres que haga la gente?
¿Qué quieres conseguir tú?
El truco es mirar tu web como una inversión.
Por ejemplo, a mí me gusta ver la mía como un huerto que riego, cuido y alimento con mi newsletter, mis artículos o mis páginas de venta.
Los frutos pueden ser suscriptores, comentarios, presupuestos, cafés expresos o consultorías.

En tu caso, cuando tengas claro el objetivo, anótalo, grábatelo a fuego… y continúa con esta lista de verificación (joder, no quería decir checklist, pero es que lista de verificación tiene telita. 😂).
Consejo #2: revisa si el titular atrapa
¿Tu mensaje inicial consigue que quien aterrice en tu web quiera leer más?
La diferencia entre «llegar y quedarse» y «aterrizar e irse» influye no solo en la tasa de rebote (una métrica SEO de la que te hablaré otro día), sino también en generar un interés genuino en ti.
Y el interés se consigue, a priori, atrapando la atención.
Para auditar este punto, piensa desde la sinceridad:
¿es el titular de tus textos atractivo, potente, y da ganas de quedarse y seguir leyendo?

Si no lo tienes claro, puedes redactar dos propuestas y servirte de pruebas A/B para ver cuál funciona mejor.
Consejo #3: comprueba que el copy se alinea con el nivel de consciencia de tu cliente
Los niveles de consciencia de Eugene Schwartz dibujan el camino de una persona desde que te conoce por primera vez hasta que se convierte en cliente por los siglos de los siglos y le fidelizas.
En cada nivel de consciencia tu cliente necesita recibir una u otra información para decidir si actúa o no.
Por esto, pregúntate:
- ¿Das suficiente información para que tus visitantes comprendan tu propuesta de valor?
- ¿Llamas a la acción, por ejemplo, hacia tus servicios, en el lugar adecuado?
- ¿Dices lo que necesitan escuchar en el momento preciso?
Un error que me encuentro a menudo en las páginas de venta es hablar de precios antes de tiempo, cuando todavía queda BASTANTE valor por reflejar.
Esto suele ser motivo del pensamiento:
«Uf. Esto es muy caro».
Céntrate en transmitir por qué es valioso lo que haces según el nivel de consciencia que tu cliente tenga.
Y si te interesa un artículo que amplíe esto de los niveles de consciencia, dímelo en la caja de comentarios.
Consejo #4: verifica si respondes a lo más importante
Al hilo del punto anterior, pregúntate:
¿Explicas de forma clara y cristalina el PROBLEMA que resuelves?
Antes de responder, ojo.
No hablo de que me enumeres los contenidos de tu taller, de tu curso, de tu membresía o de tu servicio.
Tampoco me refiero a que me cuentes todas tus bondades en tus fichas de producto.
Hablo de que TRANSMITAS el valor de la transformación que supone confiar en ti.

Bien, ¿no?
Sigamos.
Consejo #5: aclara tu estrategia
La estrategia cultiva el camino para llegar al objetivo del primer consejo que te daba antes.
Para auditar este punto las preguntas que debes hacerte son:
- ¿Sabes por qué escribes lo que escribes en cada momento?
- ¿Pones intención estratégica en los párrafos, en los subtítulos o en las palabras?
La psicología y la venta que se juntan en el copy son los ingredientes clave para fermentar una estrategia.
Si todavía no tienes clara tu estrategia, quizá es la hora de ponerte con ella.
Puedes ver cómo la trabajo yo en mis cafés semanales.
Consejo #6: analiza estos resultados y plantea un plan de acción
Esta recomendación aúna las 5 anteriores.
Y la pregunta es:
ahora que ya has verificado todo… ¿en qué fallan tus textos?
Una vez que lo detectas, te queda poner orden a la información y razonar cuál es el siguiente paso.
Para eso puedes crear un mini plan de acción (ay, lo que me gusta a mí planificar, por favor. De planificar cosas también tendría que escribir un artículo, porque me encanta. 😂)

Y con este mini plan, vamos terminando.
Los 3 pasos para auditar tu copy antes de optimizar o meterle tijera
Para resumir, los 3 pasos para auditar tus textos son:
- Aclarar qué quieres de ellos en realidad. Mirándote dentro.
- Saber qué sucede con los que tienes ahora mismo.
2.1. Revisar el objetivo.
2.2.Revisar titulares.
2.3. Considerar nivel de consciencia.
2.4. Dejar claro el problema.
2.5. Analizar estrategia. - Resolver qué harás con la información obtenida para optimizar el camino hacia conseguir tus metas. Creando un plan de acción específico y acotado.
Si necesitas una mano (o una opinión) sobre tu situación, u obtener un poco de claridad a la hora de optimizar tus textos porque el asunto se te hace bola, puede venirte bien una consultoría.
Si no, siempre puedes encontrarme en mis cafés, donde te dejo chupitos semanales de información sobre psicología de venta, historias mu cotidianas y filosofadas frescas sobre la vida misma.
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