A ver.
El título de este artículo se llama errores de copy para e-commerces sostenibles.
Y te he engañado un poquito.
No todo lo que cuento en él son errores de copy.
También hay errores de FORMA, de comunicación y de marca en general.
Pero como esos se reflejan en el copy, los he recogido también.
Y se ha quedado un artículo bonico.
Así que arremángate, porque después de leerlo vas a tener la vida solucionada puede que se te revuelvan un poco las tripas.
Pero sabrás en qué puedes mejorar tu comunicación, tus ventas y tu relación con tu comunidad para que el tiempo que inviertas en tu negocio no caiga en saco roto, sino en acciones rentables.
(Y, como consecuencia, sostenibles en el tiempo).
Dicho esto, al tema.
Error #1: usar palabras vacías
Bío, orgánico, ecológico, sostenible…
Son como una moda. Cualquiera se sube al carro y las usa.
Y, de tanto usarlas, suenan manidas, trilladas o a lo mismo que todos.
Utilizar estas palabras a cascoporro rechina y puede recordar al greenwashing, aunque no lo practiques.
Así que ojo con abusar.
Puedes pensar que la solución es conseguir certificados. Y para algunas cosas, ayuda. Pero los sellos no lo son todo.
Las palabras vacías o genéricas son como el postureo: mucho fufú, pero luego… ná.
«Pero María, si de verdad soy sostenible o trabajo de forma ecológica… ¿por qué no decirlo?»
No digo que no lo digas. Digo que no te llenes la boca con ellas, y que, más bien, lo demuestres.
Comunícalo de forma global, cohesionada y vulnerable.
Para eso entramos en el siguiente error.
A ver si te suena.
Error #2: esconderte
Sí, he dicho esconderte.
No pretendo que vayas colgando tus fotos por todos los sitios, que te apuntes a todas las redes sociales del mundo o que te abras un canal de YouTube.
Si lo quieres hacer, hazlo, verás. Yo tengo uno y me divierte.
Hasta reseñas de libros, que me encantan, hago.
Pero con no esconderte me refiero a que dejes ver tu lado personal de alguna manera.
Intégralo con tu marca, porque también es tu marca.
Puedes escribir una página «sobre mí» potentorra, elaborar un manifiesto original —nada de copia y pega, haz el favor— o explicar por qué haces lo que haces sin miedo.
Con valentía.
Hacer marca es diferenciarte, y tu mejor branding sale de ti.
Por eso, olvídate de esconderte detrás de tu producto.
Aunque sea cómodo, fácil y tentador.
Encuentra esa diferenciación con la que te sientas a gusto y da la cara.
Las personas queremos comprar a personas, no a páginas web.
Así que inspira la confianza que todos buscamos cada vez que desembolsamos nuestro dinero.
Error #3: descuidar tus fichas de producto
Escribir fichas de producto puede ser un engorro, sobre todo si tienes muchas.
Pero las cosas como son: es el lugar clave porque es donde la persona saca la tarjeta.
Descuidar las fichas de producto o limitarte a copiar una descripción es jugártela y dejar la venta a la deriva.
Y no es la idea.
Confianza, usabilidad, deseo, prueba social… anda que no hay cositas que trabajar.
Si tu bloqueo es por motivos del estilo «escribo dos o tres y ya no sé qué más poner», zámpate un vaso de copywriting para fichas de producto.
Y verás a qué me refiero.
Por otra parte, tanto en tus fichas de producto como en tus categorías el copy trabaja junto al SEO.
Y si hablamos de SEO, también hablamos de blog… y del siguiente error que te vengo a contar.
Error #4: publicar en tu blog sin ton ni son (o, directamente, abandonarlo a su suerte)
«La gente no lee».
«Escribir en el blog es un latazo».
«El SEO me tiene frita».
«Hace meses que no publico, hasta vergüenza me da».
Si te pasa alguna de estas, respira.
No eres la única persona a la que el blog o el SEO le trae dolores de cabeza.
Sin embargo, más dolores de cabeza traen los hashtags y algoritmos, las publicaciones efímeras y la dependencia en cuanto a visibilidad de las redes sociales…
y mucha gente todavía las prioriza.
🤷♀️🤷♀️
Las redes pueden ser parte de tu estrategia, y me parece estupendo siempre que se alineen contigo.
Sin embargo, publicar tu 100% en ellas es arriesgarte a perderlo todo sin necesidad.
Si generas:
- contenido útil y bien trabajado en tu blog
- con una estrategia de comunicación que te posicione como autoridad a largo plazo
- y que genere un intercambio consistente con tu comunidad y con los motores de búsqueda de Google
no solo estarás manteniendo el foco en tu propia casa —donde nadie te banea, te inhabilita o te desahucia—, sino que generarás contenido reciclable que te haga visible de forma sostenible.
Con una estrategia editorial clara y organizada te olvidas de ir a salto de mata, y te centras en actuar, en aprender, en seguir mejorando.
El blog hoy es la vida slow de los contenidos.
Organízalo y date una oportunidad editorial.

Lo anterior es un ejemplo de lo que puede pasar cuando escribes en tu blog con estrategia.
Puedes complementar tus artículos escritos con vídeo, audio y reseñas de productos, por ejemplo.
Y si escribir se te hace bola o pensar en Google te trae por la calle de la amargura, siempre puedes delegarlo a alguien capaz de ponerse en tu piel y hacerlo por ti.
Error #5: no trabajar el email marketing
Hablemos claro.
Las compras con mimo, detalle y marca nos encantan.
Y si el blog te posiciona y hace marca por ti, el email marketing:
- recupera carritos abandonados en mitad de una compra,
- da bienvenidas en condiciones a quien se interesa por tu marca
- y te ayuda a crear relaciones sanas con quien quiere probarte pero necesita conocerte antes.
Así que sí: es un error que no lo uses.
Si no lo utilizas por miedo a parecer cansina, piensa:
¿Confiarías antes en alguien a quien conoces y con quien sueles relacionarte a menudo…
o le darías tu dinero a una marca que solo te escribe de higos a brevas para venderte lo nuevo que acaba de sacar?
La respuesta es obvia.
La bandeja de correo puede ser ese lugar íntimo, ideal para comunicarte de forma directa y, si quieres, más personal.
Mostrarte personal funciona muy bien, y ayuda a generar conversaciones desde la naturalidad.
El email marketing, junto al blog, da contexto a lo que haces y sirve para compartir contenidos, eventos que te interesan, reflexiones propias o las novedades de tu tienda.
Es muy potente. No lo infravalores.
Puedes investigarlo en mis 14 cafés.
Error #6: no ser tú, intentando hacer lo que hace todo el mundo o lo que dice el experto o experta de turno
Esta es una de mis favoritas.
Copiando y pegando anda el personal todos los santos días.
Y apuesto a que tú lo ves igual que yo.
Sin embargo, siento decirte que la valentía se mide por la vulnerabilidad (no lo digo yo, lo dice Brené Brown, que sabe de eso).
Es decir: porque se te vean las costuras y los dobladillos (tampoco lo digo yo; lo dice la Faraona desde su deepfake).
Y cuesta mostrarse, atreverse a hacer lo que te nace de dentro.
Romper moldes nunca fue fácil.
Pero oye, ENCORSETARSE es asumir imposiciones de otros.
Y no.
Aquí no estamos para eso.
Aquí trabajamos para la naturaleza, amamos el planeta y hablamos claro.
Y eso pasa por pensar por cuenta propia, cuestionar las cosas y elegir lo que más se adapte a ti.
Aprovecho para decirte que si necesitas ayuda con esto porque no sabes si lo estás haciendo bien con tus textos o no, puedo ayudarte en 15 minutos claros clarinetes.
Error #7: pensar que vender es malo y que persuadir es manipular
A ver.
Si piensas esto, te entiendo.
El mundo está cargado de estafadores, de consumismo y de una falta de conciencia medioambiental brutal.
Pero esto no quiere decir que no haya personas aportando un valor positivo igual de grande (o más) con sus negocios.
De hecho, puede que tú seas una de ellas, y estés ahí, sin casi llegar a fin de mes porque los precios no te dan.
Si eres fiel a tus valores aportando soluciones que cuidan el planeta, MERECES LA PENA.
Y no es plan de llegar a final de mes sin que te salgan las cuentas porque no vendes lo que necesitas, o porque creas que «vender es manipular» aunque tú no manipules a nadie.
Además…
una cosa es la comunicación, y otra cosa es la venta.
Para ser sostenible y prosperar con tu misión la venta ética es necesaria.
Y la comunicación ética es la herramienta.
Pero hay algo que debes tener claro:
si no vendes, da igual lo bien que comuniques.
Esos números que no te llegan también son objetivos que no puedes cumplir.
Así que no tengas miedo a vender ni a persuadir.
Se puede vender en condiciones, como lo harían los buenos dependientes detrás del mostrador.
Ayudando a decidir con razones poderosas.
Sin manipular ni tergiversar información.
Y te lo dice una que ha vendido de todo, para un montón de públicos distintos y en un porrón de lugares diferentes.
(Además de empollarme la teoría, la práctica y la historia del marketing en la universidad y conocer los claroscuros de la psicología de venta).
Como te puedes imaginar después de leer esto, lo de «vender sin vender» no es realista.
O vendes, o no vendes. Pero vender sin vender es una utopía.
Conclusión: copywriting para e-commerces a prueba de sostenibilidad
Los 7 errores más frecuentes —que no quiere decir que no haya otros— son:
- usar palabras genéricas o vacías
- esconderte
- descuidar tus fichas de producto
- abandonar tu blog a su suerte
- no trabajar el email marketing
- no ser tú y encorsetar tu marca
- pensar que vender es malo y que persuadir es manipular.
Ser sostenible también es ser rentable. Y vender es un paso más del camino.
Así que piensa.
¿Cuántos de estos errores cometes?
¿Cuál es el que más te cuesta resolver?
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