Cada vez son más las marcas y los negocios que cuidan sus procesos de producción.
Cada vez más negocios independientes quieren aportar al mundo lo que la naturaleza nos da con propuestas sostenibles:
- zero waste o residuo cero
- consumo local o de kilómetro 0
- alimentación consciente
- cosmética ecológica
- etcétera.
Y no me extraña.
Hemos visto cómo los animales paseaban por las ciudades cuando los humanos nos confinábamos en las casas.
Vemos cómo la Amazonía se consume y cómo las especies menguan.
Escuchamos la llamada del planeta, y eso nos toca la fibra.
Cada vez queremos ser más sostenibles.
Y eso, además de positivo, es algo muy necesario.
La cuestión es que, cuando eres una marca y vendes una propuesta en esta línea, no siempre es tan fácil hacerlo como comunicarlo.
En este artículo te explico de qué va eso de comunicar con ética para transmitir valor, que es a lo que me dedico como copy y redactora SEO.
Lleva una pizca de storytelling por petición popular.
Y he agregado un chorreón de claridad sobre lo eco, lo bío, lo sostenible… aplicable a cualquier otra ristra de términos ambiguos.
Así que veamos cómo funciona el copywriting que trabaja para la sostenibilidad.
O lo que es lo mismo: la redacción publicitaria que trabaja para la naturaleza.
El punto de partida entre copywriting y sostenibilidad
Hay muchas marcas con proyectos maravillosos y propuestas ecosostenibles que a mí, por ejemplo, me flipan como consumidora.
Sin embargo, sigo viendo que muchas no transmiten el valor de lo que hacen, la confianza que deberían o el impacto real que generan.
Y a ver.
Aquí nadie es perfecto.
Sin ir más lejos, yo misma intento ser cada día más consciente y sostenible, y sigo teniendo puntos que mejorar.
Leer etiquetas y comparar antes de comprar, reducir la huella de carbono consumiendo productos locales, y aligerar el consumo de plástico reutilizando y eligiendo materiales biodegradables para la higiene ya es más de lo que hacía 2 años atrás.

Sin embargo, estarás de acuerdo conmigo en que siempre quedan cosas que cambiar en el sistema.
Y el sistema se modifica desde abajo.
Es decir: desde la acción de cada individuo que lo forma.
Eso se trabaja desde la consciencia.
El punto de partida es que Roma no se construyó en un día.
Lo que pasa es que ya vamos con urgencia: no nos queda tiempo.
Qué es la sostenibilidad y por qué debería importarnos más
Antes de continuar, repasemos un concepto para no confundirnos.
La Wikipedia define así la sostenibilidad:
«La sostenibilidad o sustentabilidad describe cómo los sistemas biológicos se mantienen productivos con el transcurso del tiempo. Se refiere al equilibrio de una especie con los recursos de su entorno. Por extensión se aplica a la explotación de un recurso por debajo del límite de renovación de estos».
Ahí llevas.
Es pura economía y pura lógica: si no renuevas ni repones lo que gastas o consumes, te quedarás sin nada.
Ni más ni menos.
Y esto, si te fijas, se ve en cada una de las acciones que realizamos.
Desde decidir qué comemos hasta elegir qué compramos para vestirnos o cómo nos desplazamos, TODO SON RECURSOS de los que disponemos.
Cómo los utilicemos y de qué forma vivamos depende del nivel de consciencia que tengamos sobre ellos.
Y, ahora sí, vamos al punto.
Dada la situación límite en la que estamos como habitantes terrestres, actuar pensando en sostenibilidad y con una dosis extra de consciencia se convierte no en una moda, sino en una necesidad.
- ¿Cómo eliges?
- ¿Cómo consumes?
- ¿Cómo piensas?
Si te fijas, todo son DECISIONES.
La sostenibilidad se asegura mediante las decisiones conscientes que tomas y del impacto que generas con ellas.
Y en esa toma de decisión es donde las marcas necesitan comunicar el valor de lo que hacen para que las consciencias despierten.
Qué pinta la redacción publicitaria en el tinglao de la sostenibilidad
Con la reflexión que te acabo de explicar me di cuenta de que quería hacer algo más desde mi parte.
La naturaleza me llamaba.
Y ya sabíamos que el cambio era necesario, pero, más allá del estilo de vida que yo tuviera o de mis hábitos personales de consumo, quería vivirlo desde el trabajo, y alinearme con lo que mejor sabía hacer.
Especializarme en redacción publicitaria o copywriting sostenible fue la mejor vía que encontré.
Por un lado, con el copywriting buscas generar una acción.
Por otro, con la sostenibilidad trabajas por un mundo mejor, por un consumo crítico y un crecimiento respetuoso.
La redacción publicitaria sostenible busca generar una acción de venta que implique un acto de conciencia para mantener el equilibrio de los recursos de la tierra.
Y cuidado: aunque muchas empresas limpias todavía no lo sepan, ser sostenible también implica ser rentable.
Si no eres rentable, no puedes sostenerte en el tiempo.
Y esto es de primero de empresariales.
También hay empresas que priorizan tanto lo que ganan que les importa un pepino el medio ambiente aunque quieran hacer creer lo contrario.
Yo prefiero construir con quienes sí lo hacen.
Aquí hay tomate, y mucho trabajo por hacer.
Así que allá cada cual.
«Vale, María. Una vez que hemos visto cómo el copywriting se alía con la sostenibilidad, ¿por dónde empezamos?»
Hace tiempo alguien me preguntó cómo aplicar el storytelling para conectar con esa audiencia.
Es una técnica de copy que yo utilizo a menudo, y que te puede servir para empezar.
También pueden servirte mis 14 cafés para comprender por qué la gente no te compra.
Cómo usar storytelling en tus textos de venta
El storytelling, o contar historias, va genial para crear un hilo conductor de empatía, confianza y enganche de este que nos gusta a todos.
Es una técnica compleja pero muy entretenida a la que puedes darle tu toque personal y practicar desde hoy mismo.
Apunta.
#1 La historia
Encuentra una historia que refleje adversidad, dificultades o procesos reales, como la vida misma.
Por ejemplo, cómo cambiaste tu estilo de vida, qué te llevó a crear tu negocio sostenible, qué te hizo darte cuenta de lo importante que era respetar el medio ambiente…
Busca hasta que encuentres ese algo que te remueve por dentro.

#2 La persona protagonista
Identifica a la persona protagonista.
Puede ser tu cliente, tú en otra época de tu vida, o incluso una tercera persona.
Quizá no tenga nada que ver contigo o con tu cliente… salvo esa cosa que, como te decía antes, te remueve a ti y le remueve a él. Bien.
Esa es la clave.

#3 El eje conector
Centra el eje de la historia en esa emoción o en esa consciencia que os une.
Inspira en tu relato ese cambio para que quien te lea o te escuche se vea reflejado en él, y entienda que estáis en el mismo barco.
Compartir afinidad en la misión o el propósito que te mueve es lo que logra ese CLIC.

#4 Inspírate
Para terminar con el tema del storytelling, guíate por cómo las plataformas de streaming recrean las series.
Puedes fijarte en cómo los guionistas, reyes del suspense, nos mantienen en vilo en las películas que tejen.
Lo efectivo del storytelling —o contar historias, en mi pueblo— consiste en entretener.
Luego, en enlazarlo con lo que sea que vendas.
Esto es un pelín más complejo, pero se gana con la práctica.

Cómo lidiar con los términos ambiguos
Bío, eco, sostenible…
¿Cómo sabemos cuando algo se utiliza con responsabilidad y verdad, y no como un argumento de venta rebatible que practica un ECOBLANQUEO o un greenwashing de caballo?

Esta es una de las preguntas más controvertidas para quien toma la decisión de compra.
Veamos qué significa cada término en líneas generales, en primer lugar.
Luego te aclaro algo importante a la hora de usarlos.
Qué es algo ecológico
Se entiende que un producto es ecológico cuando en su proceso de cultivo, de cosecha o de elaboración no intervienen agentes artificiales que perjudican a la naturaleza por sí mismos.
Ejemplos pueden ser pesticidas, fertilizantes, antibióticos u hormonas creadas por el ser humano en un laboratorio o con el apellido «sintético».
Lo ecológico se enfoca en CÓMO se produce un bien o en cómo se presta un servicio.
Es habitual encontrar empresas que certifican el proceso y que otorgan un sello al productor que lo practica cuando cumplen ciertos parámetros.
Qué es algo bío
Cuando algo es bío (de biológico) se entiende que nace y se desarrolla tal como dictan las leyes de la naturaleza, sin intervención o manipulación genética por parte del ser humano.
Sería justamente lo contrario a los cultivos transgénicos (que transfieren uno o más genes de una especie a otra) o de los conocidos como OGM (organismos genéticamente modificados).
Qué es algo sostenible
A mí hay una definición de sostenible que me encanta: la de Carlo Petrini, que reúne 3 cualidades claras para que algo sea sostenible: bueno, limpio y justo.
Lo explica en su libro, con el mismo título, y quizá pronto hable de ese libro por aquí.
Sin embargo, de forma general, cuando decimos que algo es sostenible entendemos que cumple con la máxima de la sostenibilidad que te contaba antes: utiliza, integra y mantiene los recursos naturales de la tierra sin agotarlos.
Pero claro… ¿cómo demuestras eso cuando vendes?
En general el sector está bastante verdecito en esto de ponerse de acuerdo sobre lo que es ECO, lo que es BIO y lo que es SOSTENIBLE.
La gente suele pensar que colocando uno de estos términos en sus textos de venta ya lo tiene todo hecho.
Pero lo cierto es que NO es así, porque se quedan muchos temas en el aire.
Y más todavía ante la desconfianza que se palpa ante los casos de greenwashing.
Es aquí donde el copy y la comunicación que utilicemos juega un papel fundamental para vender con transparencia y sin meter la gamba.
¿Por qué?
Porque hay controversia hasta sobre la misma normativa de Bruselas que lo regula.
De ahí que no solo valga con poner un sello, inventarse una etiqueta verde y colocarla en la etiqueta, o decir que algo es esto o es aquello.
Transmitir tu valor más allá de tus sellos, tus etiquetas y tus certificaciones está en tus manos
Para vender con naturalidad lo mejor es que, hagas lo que hagas y vendas lo que vendas, DIGAS LA VERDAD.
Y si tienes formas de probarla y demostrarla, y de desmontar el proceso —que es lo que a una audiencia consciente le importa tanto— en pedacitos claros, HAZLO.
No te conformes con los sellos y las certificaciones. Explica tu verdad sin miedo y da la cara por ser quien eres.
Esa puede ser una buena manera de apostar por la credibilidad ante tu público.
Porque como a mí me gusta decir, no somos etiquetas.
Somos personas detrás de negocios con propósito.
Y si estamos en el mismo barco, tenemos que trabajar en las mismas olas.
- Más raciones para desayunarte tus textos:
Lo mejor que escribes, mejor que los sellos de certificación, es que nuestras palabras y hechos sean de verdad.
P.d.: los sellos son como los colegios privados; mientras pagues, hay título.
Ya, Eloy, en parte llevas razón.
El tema está en que el consumidor necesita una información de confianza, y, hasta ahora, la certificación es la vía que más le ha calado. Habrá que seguir trabajando en la venta para que le ayude a decidir mejor.
Gracias por tu aporte.